La Polinesia Francesa es un territorio de ultramar de Francia en el Pacífico Sur. Está compuesta por 118 islas y atolones, distribuidos en cinco archipiélagos diferentes. La capital de la Polinesia Francesa es Papeete, en la isla de Tahití, que es la isla más grande y conocida del territorio.
La Polinesia Francesa se encuentra en el extremo oriental del vasto Pacífico Sur. Está formada por cinco archipiélagos: las islas de la Sociedad, las islas Marquesas, las islas Tuamotu, las islas Gambier y las islas Australes. Cada uno de estos grupos de islas tiene características geográficas distintas, que van desde volcanes activos hasta atolones de coral.
La isla de Tahití es la más grande de la Polinesia Francesa y es conocida por sus impresionantes playas de arena blanca y aguas cristalinas. Otro punto destacado de la Polinesia Francesa es Bora Bora, una isla montañosa rodeada por un arrecife de coral y lagunas de color turquesa.
La Polinesia Francesa fue descubierta por el explorador español Álvaro de Mendaña en el siglo XVI, pero no fue colonizada hasta el siglo XIX por los franceses. Durante la Segunda Guerra Mundial, la Polinesia Francesa fue ocupada por tropas estadounidenses, que construyeron una base militar en la isla de Bora Bora.
En 1946, la Polinesia Francesa se convirtió en un territorio de ultramar de Francia, y en 2003 se le otorgó un estatus de autonomía reforzada. Hoy en día, la Polinesia Francesa es conocida por su rica cultura polinesia, con influencias tanto francesas como locales.
La cultura de la Polinesia Francesa es una combinación de tradiciones locales polinesias y influencias francesas. La música y la danza son partes fundamentales de la cultura polinesia, con el tradicional baile de tamure siendo una expresión artística popular en todas las islas.
La gastronomía de la Polinesia Francesa también refleja esta mezcla de influencias, con platos locales como el poisson cru (pescado crudo marinado en limón y leche de coco) y el fafaru (pescado fermentado) conviviendo con platos franceses como el foie gras y el vino tinto.
La Polinesia Francesa es un destino turístico popular, especialmente entre parejas en busca de un destino romántico y exótico. Bora Bora es considerada una de las islas más hermosas del mundo, con sus lujosos resorts de bungalows sobre el agua y sus aguas de color turquesa.
Además de sus playas de ensueño, la Polinesia Francesa ofrece una amplia gama de actividades para los visitantes, como buceo, snorkel, excursiones en barco, senderismo y exploración cultural de las islas y sus pueblos. Los mercados locales de artesanía y la artesanía tradicional polinesia son también puntos de interés para los turistas.
La economía de la Polinesia Francesa está basada en el turismo, la pesca y la agricultura. El turismo es la principal fuente de ingresos del territorio, atrayendo a millones de visitantes cada año y generando empleo en sectores como la hostelería, el transporte y la artesanía.
La pesca es otra actividad económica importante en la Polinesia Francesa, con la exportación de atún fresco y enlatado siendo una fuente importante de ingresos para el territorio. La agricultura también juega un papel importante en la economía local, con cultivos como la vainilla, la papaya y la piña siendo producidos para consumo local y exportación.
En resumen, la Polinesia Francesa es un destino único y sorprendente en el Pacífico Sur, con su combinación de paisajes impresionantes, rica cultura polinesia y fuerte influencia francesa. Ya sea para disfrutar de unas vacaciones románticas, explorar la biodiversidad marina o sumergirse en la cultura local, la Polinesia Francesa ofrece algo para todos los gustos.
✓ Polinesia Francesa
Otros Idiomas